"SER POBRE NO ES DELITO"
Es curioso cómo en los últimos años se han ido implantando en muchas ciudades españolas lo que denominan “ordenanzas cívicas” con las que se pretende regular una serie de conductas en pro de mejorar la convivencia ciudadana. Lo más curioso es que lejos de ser herramientas educativas y basadas en la convivencia natural de las personas, son instrumentos represores y normativos, basados en decirte lo que no puedes hacer y por supuesto, si lo haces, tienen la correspondiente sanción económica. Multas que van desde los 750 € hasta los 3.000€, en el caso de la que se está discutiendo para la ciudad de Gijón. El principal problema que vemos, desde la Asociación contra la exclusión Alambique, es que nos estén distrayendo con un falso debate centrado sólo en el botellón, mientras que la ordenanza contempla otras muchas cosas que tienen implicaciones mayores que el beber en la calle (si su objetivo fuera exclusivamente el botellón, podría ser simplemente una ordenanza para