NUN VAN SER A CALLANOS!


El pasado mes de febrero acompañábamos a una vecina del concejo de Castrillón en una
 situación de emergencia social, reclamando al ayuntamiento una solución.
Dentro de estas acciones repartimos información en la calle y pusimos carteles convocando una concentración (en muchas ocasiones al lado de otros anuncios)
A consecuencia de nuestro ejercicio a la libertad de expresión y de concentración pacífica, propios de sociedades llamadas "democráticas", hemos sido objeto de represión en forma de sendas multas, una al colectivo, y otra en la persona de una compañera (adjuntamos ambas).
El motivo legalista al que se acogen desde el ayuntamiento es una ordenanza de limpieza.
Las razones reales parecen obedecer más bien a que no pueden tolerar una crítica a su política de fachada en lo social. Y como en los viejos tiempos de la dictadura, se intenta acallar nuestra voz, haciendo mella en lo económico.

Reclamamos la anulación del expediente por el que se nos quiere sancionar.
Denunciamos la hipocresía de un partido que se vanagloria de ser referente para los movimientos sociales, pero cuando está en el poder no duda en usar las tácticas de represión más rancias.

Ante los intentos de silenciar las críticas a su gestión política,
nun van ser a callanos!


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