NO QUEREMOS QUE LA GUERRA EMPIECE AQUÍ.

En las últimas semanas el bombardeo, permítannos la expresión, de noticias sobre la implantación de nuevas fábricas de armas o los anuncios de la implantación de nuevos proyectos vinculados a la industria militar se suceden al calor del anuncio del rearme de Europa. Los 800.000 millones del plan europeo es el mejor reclamo para que todas las empresas vinculadas al negocio de las armas y lo militar se pongan a pleno rendimiento.

Esta situación viene a reforzar la decisión del Gobierno de Asturias de apostar por la industria militar, nos negamos a utilizar el eufemismo de industria de defensa, tomada hace ya unos años. Y acerca el objetivo de convertir Asturias en el paraíso de la industria militar.

No queremos que la guerra empiece aquí, y que se justifique como medio para mantener la paz, y por eso escribimos este texto para denunciar a las empresas de la industria militar y el papel del Gobierno de Asturias en este crecimiento desorbitado de todo lo que tenga que ver con el ámbito de la guerra y compartir algunas acciones que podemos hacer aquí y ahora para al menos mostrar nuestro desacuerdo con esta situación.

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Enlace al texto:  https://www.dropbox.com/scl/fi/ql424a39a89jnsv523t45/No-queremos-que-la-guerra-empiece-aqu.pdf?rlkey=hgm7ne3q36l26wv30pp0z5v36&st=0ivomk8p&dl=0

Invitamos a apoyar cualquiera de las acciones que se puedan poner en marcha para impedir que Asturias se convierta en un paraíso de la industria militar. 


Para hacernos llegar el apoyo a este texto  o cualquier cuestión:
asociacionalambique@hotmail.com

Comentarios

  1. Desde que el capitalismo ha creado, hace siglo y medio, la sociedad de masas, las poblaciones son el objetivo principal de las armas. Sin el apoyo de las poblaciones no se puede combatir, así que se combate contra ellas. La crisis de la globalización capitalista desencadenada en 2008 aboca a la guerra, que se va está extendiendo desde los países pobres (pero ricos en materiales estratégicos), hasta Europa y los países más importantes y poderosos. Las guerras de hoy se defienden con argumentos que ignoran que, desde Hiroshima y Nagasaki, las guerras ya no son lo que fueron en el pasado. Ahora se ve cual es, en realidad, el objetivo que persigue el fascismo: al igual que en el pasado, el Tumpismo –que señalaba a los emigrantes como el gran problema interior de los EE. UU, y prometía la paz en el exterior– tiene como objetivo la guerra, único modo de salir de la crisis y sostener el capitalismo. Y, como siempre, se ofrecen beneficios económicos a cambio de fabricar las armas que, más tarde, harán fuego contra sus productores: pan para hoy y muerte para mañana. No; no queremos fabricar armas; en lugar de bayonetas, bisturíes; de cañones, lápices; de tanques, viviendas; y de bombas, medicinas, alimentos, ropas, … Sólo que nada de esto promete mantener idiotizados y esclavos a los seres humanos. Ser humano es levantarse contra las guerras.

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  2. Que gusto leer cosas así. Viva la paz.

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